Los coches también tienen puertas y ventanas. En ellos llegamos a sitios deseados y a otros a los que tal vez nunca hubiéramos querido ir. En ellos disfrutamos de paisajes casi siempre fugaces, instantes de un viaje que en la mayoría de las ocasiones no volveremos a ver, cielos distintos cada día que solo la fotografía puede convertir en eternos. Las nuevas cámaras, los móviles, nos permiten disparar una y mil veces sin mirar, al azar, de ellas he extraído esta colección que espero que os guste. Cuando os volváis a subir al coche además de mirar... intentar ver.
martes, 8 de abril de 2008
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